12/1/10

III Aprendiendo con rapidez

Importante lección, no hay ningún trabajo que sea poco importante, si así fuera, se eliminaría. Esto me serviría más adelante a la hora de motivar a operarios nuevos que se incorporaban sin experiencia y por supuesto a trabajos rutinarios y poco atractivos.

Fui haciendo nuevas y estrechas amistades, en especial con Alberto, que era de mi edad y que todos llamaban simplemente Beto. Era el encargado de hacer los cálculos para el pago del personal. Tenía mucho arrastre entre el personal femenino con ese aspecto raro de vestir muy formal y con una melena que hacía que el pelo le tapara los hombros.

El tenía mucho poder según me di cuenta después y que era la razón que conseguía el favor fuera de horas de oficina de las muchachas más agraciadas. Su trabajo le permitía soslayar ciertos descuentos y postergarlos a otra quincena u otro mes, lo que más de alguna vez salvo a varios que de otro modo no hubieran recibido pago alguno a fin de mes.

Con Beto salíamos juntos después de la oficina y los fines de semana, a pesar que el era casado. El tenía una novia desde hace mucho y a mí me presentó a su hermana con quien mantuvimos una relación por un tiempo. También se nos unía Wilfredo y Nany, una pareja de operarios que llevaban bastante tiempo de novios.
Cuando no salíamos con las chicas, los tres formabamos parte del equipo de fútbol de salón y jugábamos con equipos de otras empresas.

En mis horas de almuerzo conversaba mucho con Mafalda y nos hicimos muy cercanos. Ella me contaba su gran necesidad de contar con el trabajo y el poco tiempo que tenía para ella para ser mujer y disfrutar.

Su mayor angustia al igual que muchas otras de mis compañeras era tener que dejar a sus hijos solos durante todo el día a cargo de la mayor de los tres que tenía tan sólo 10 años y debía despues de la escuela alimentar a sus hermanos de 5 y 3 años.

Aprendí a través de sus estados de ánimo cuando andaba algo mal en su casa, manteniéndosa preocupada durante todo el día. En su casa no había teléfono, no tenía como comunicarse y su familia no era de la ciudad, ella había venido sola a buscar un mejor futuro y aparte de sus tres niños, lo más cercano que tenía era el padre de uno de sus hijos que aparecía cuando estaba ebrio a pedirle dinero, sexo y luego de golpearla desaparecía por un tiempo. Recuerdo la tristeza y rabia que me producía verla llegar con su rostro hinchado por los golpes, le ofrecí ayuda pero siempre temía que todo pudiera empeorar.

En el trabajo seguí por un período importante realizando diversas labores poco estimulantes, por lo cual me fije un plan para salir pronto de ellas.
En un cuaderno detalle todos los trabajos que fui capaz de identificar como distintos en la fábrica, fui anotando el nivel de ingresos que se recibía por ellos y lo más importante, fui describiendo cuales eran las habilidades y conocimientos que había que tener para desempeñarlas.

Otro rápido aprendizaje. En una fábrica los que tienen los puestos mejor remunerados, sólo dejan su puesto......muertos.
Durante este período, escuché a muchos reclamar por falta de oportunidades ya que llevaban años desempeñando una misma labor monótona sin posibilidad de cambio.

Y si esto hacía difícil acceder a un puesto importante, por otro lado había que considerar la época en que aún se solía enseñar de padre a hijo u otro familiar o amigo por lo que los puestos prácticamente se heredaban.
(Todo esto terminaría con la crisis de los 80 en que se reconvirtió toda una generación de operarios y cuando se volvió a la normalidad las empresas pensaban que una manera de combatir la formación de sindicatos poderosos era prohibir la contratación de familiares, lo que siempre pensé era una pelotudez)

No estaba dispuesto a que me ocurriera lo mismo y me fije entonces un plan pues claramente mis posibilidades de desarrollo y opción a un mejor puesto allí serían de muy largo plazo.

Se me dió una oportunidad cuando Rodolfo se accidentó cortándose parte de un dedo con la máquina cortadora, bajo su guía con la mano vendada me enseño a cortar con máquina materiales como bolsillos y forros, nada relevante pero me sirvió para aprender a ocupar la máquina cortadora que siempre me producía temor por la gran cantidad de accidentes un tanto cruentos que me contaban los cortadores experimentados que fui conociendo.

Salió elegido Allende, los dueños de la fábrica avisan que se nos avecinan tiempos catastróficos, nadie entiende porqué deberían cambiar tanto las cosas.

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